El llamado Mommy Makeover, término que se podría traducir como el cambio de imagen de la mamá, está surgiendo como una moda promovida por grandes artistas internacionales que acaban de ser madres y quieren recuperar la perfección de su cuerpo tras dar a luz. En realidad se trata de un conjunto de intervenciones de cirugía plástica, -tres, para ser exactos- cuya finalidad es recuperar la forma y tersura de los pechos, un abdomen completamente plano y eliminar la grasa sobrante, especialmente en los muslos y el abdomen.No cabe duda de que el embarazo pasa factura al cuerpo de la madre: los pechos aumentan de tamaño para prepararse para la lactancia, el útero se expande forma increíble y con él el abdomen y no son pocas las embarazadas que ganan más peso de la cuenta. Y después del parto, ¿qué? Finalizada la lactancia los pechos pierden su tersura y se muestran más caídos, el útero recupera su volumen normal, pero la piel de la barriga ha perdido elasticidad mostrando alguna caída displicente… o no, si los kilos de más que se han ganado en el embarazo continúan en su sitio.

Todo ello hace que tras su maternidad muchas mujeres se obsesionen para recuperar su imagen e incluso mejorarla. Dietas especiales, mucho ejercicio, gimnasia especial, gimnasia pasiva, tratamientos cosméticos, etc. Todo vale para lograr el objetivo. Nade de ello es nocivo para la salud e incluso algunas de estas iniciativas aportan claros beneficios, como la alimentación sana y el ejercicio regular. El problema es que el proceso es lento y no siempre da los resultados deseados.